OLEKSANDR USYK Y DANIEL DUBOIS SE JUEGAN EN REINADO ABSOLUTO DE PESO COMPLETO

Por James Blears

Los cuatro cinturones estarán en juego el 19 de julio, cuando Oleksandr Usyk, campeón de peso pesado del WBC, la AMB y la OMB, ingrese al Estadio de Wembley para enfrentarse al campeón de la FIB, Daniel «Triple D» Dubois, en una revancha de su encuentro de 2023, que el ucraniano ganó por nocaut técnico en el noveno asalto.

Uno solo puede anticipar el rugido colectivo y los pelos erizados en la nuca, cuando ambos sean presentados ante una multitud de cien mil personas en el Estadio de los Tres Leones. La mayor parte de «La Manada» estará animando, deseando, persuadiendo y rogando a Daniel que logre una victoria histórica… algo que ningún otro oponente de «El Gato» ha estado cerca de lograr.

Los «Gatos Geniales» no son posesión de los simples mortales. No hay cláusula de propiedad, ya que eligen su entorno «perfecto» y sus zonas de confort. Para ellos, el hogar está donde está el corazón, por lo que Daniel no necesariamente disfrutará de la ventaja de jugar en casa. Con buenos fondos, tienen un considerable «Gatito» disponible.

En su primer encuentro en el Estadio de Breslavia, Polonia, en el Día de la Independencia de Ucrania, Oleksandr fue el maestro y Daniel absorbió mucho castigo como alumno, de la regla de cálculo. Fue su segunda derrota y fue alcanzado por una cascada de jabs zurdos discordantes y sacudidores, que lo prepararon para la artillería pesada que inevitablemente seguiría. Ya en el segundo asalto, su ojo izquierdo se estaba hinchando por la perforación precisa y constantemente intentaba alcanzarlo en un concurso de «atrápame si puedes».

Daniel apuntaba al cuerpo en un intento de ralentizar a Oleksandr. En el quinto asalto, un derechazo lanzado en un arco ascendente pareció caer un poco bajo, según el referi Luis Pabón. Oleksandr cayó con evidente malestar agudo, jadeando y haciendo muecas. Se le permitieron hasta cinco minutos para recuperarse. Finalmente, tardó tres minutos y cuarenta y cinco segundos. A partir de entonces, después de haberse levantado, el tráfico fue cada vez más en una sola dirección.

Una combinación de golpes derribó a Daniel en el octavo asalto; se levantó y sonó la campana. Solo un breve respiro. En el noveno asalto, un jab recto y contundente volvió a derribar al ya cansado Daniel, y esta vez no pudo superar la cuenta. Terminó a los cuarenta y ocho segundos. Oleksandr había conectado ochenta y ocho de trescientos cincuenta y nueve golpes lanzados, mientras que Daniel solo había conectado cuarenta y siete de los doscientos noventa golpes que lanzó. Esto demuestra lo difícil que es conectar golpes en el escurridizo Oleksandr.

Incluso antes de esto, Daniel había sufrido un revés y se había llevado un verdadero susto. El primero ocurrió contra Joe Joyce. Ya en el segundo asalto, los jabs de Joe habían encontrado y habían hinchado el ojo izquierdo de Daniel. Él siguió adelante, pero en el décimo, cuando un jab perfecto aterrizó dolorosamente en el ojo de Daniel, que ya estaba completamente cerrado, se arrodilló y esperó a que lo contaran. Sufrió una fractura del hueso orbital izquierdo y daño nervioso.

Algunos «guerreros de sillón» intransigentes insisten en que debería haber continuado, aunque tambaleándose, absorbiendo los golpes y no haberse rendido. Con un corte, una costilla rota o una nariz fracturada, esto podría ser posible, pero con una lesión de esta gravedad, podría terminar una carrera y dejarlo permanentemente ciego. Daniel no tuvo más opción que parar y vivir para luchar otro día. Una vez que la hinchazón disminuyó, la lesión no requirió cirugía, sino rehabilitación, lo que lo mantuvo fuera del ring durante más de seis meses.

¿Quizás la escritura ya estaba en la pared antes del encuentro con Usyk? Una pelea antes, apareció Kevin Lerena de Sudáfrica, quien ahora es el campeón Bridgerweight del CMB y un peso pesado pequeño, cuando sube de categoría. Kevin le dio a Daniel un verdadero y fuerte golpe, derribándolo tres veces en el primer asalto, todas con ganchos de izquierda. Todavía aturdido al comienzo del segundo asalto, Daniel se recuperó para golpear a Kevin con un enorme derechazo por encima de la cabeza, y después de que de alguna manera se levantó, Daniel continuó con uppercuts para derribarlo de nuevo. El árbitro Howard Foster detuvo sabiamente la pelea. Por desgracia, Daniel se había lesionado un ligamento cruzado anterior que requirió cirugía, retrasando la primera pelea con Usyk.

Después de ser detenido por Oleksandr, Daniel, que casi había alcanzado la cima, pero luego había caído y bajado al campamento base, tuvo que escalar la montaña de nuevo para redimirse. Noqueó a Jarrell Miller en diez asaltos. Luego detuvo a Filip Hrgovic, con el título interino de la FIB en juego, cortándolo sobre ambos ojos y el médico del ring recomendó al árbitro John Latham detener la pelea después de cincuenta y siete segundos del octavo asalto.

Luego, contra Anthony Joshua por el cinturón absoluto de la FIB. Daniel desbarató las apuestas, derribando a AJ en los asaltos uno, tres, cuatro y cinco. Un contundente derechazo puso fin a la pelea, con AJ sin poder superar la cuenta. Daniel se ha redimido y es un boxeador apreciablemente mejor y más sabio, pero ¿es esto suficiente y es capaz de derrotar a Oleksandr, quien ha demostrado ser supremo, ágil y capaz, sin tropiezos ni caídas?

Todas estas emociones y sobresaltos para Daniel, que todavía tiene solo veintisiete años, mientras que Oleksandr tiene treinta y ocho años y es el Orgullo de Ucrania, cuyo cuerpo es su templo, entrena a la perfección en todos los aspectos y parece más joven de lo que es, a pesar de haber superado dos épicas batallas con Tyson Fury, ambas ganadas brillantemente.

Un artista retratista del Noble Arte, Oleksandr utiliza su paleta de boxeo para aplicar pinceladas a su oponente. Religioso y devoto, Oleksandr, quien se persigna al principio y al final de cada asalto, tiene éxito en todo lo que emprende. Habiendo ganado el oro olímpico, es uno de los dos únicos boxeadores que ha sido indiscutido en dos categorías de peso en la era moderna, a saber, crucero y pesado, y permanece invicto.

Boxeadores y expertos están asombrados y maravillados por su brillante juego de piernas, velocidad de manos, ritmo de trabajo espartano e implacable, juicio de distancia para encontrar el alcance, sólida defensa, su modo de ataque y su asombrosa capacidad de liderazgo en el ring. Casi detuvo a Tyson Fury la primera vez en un torrrido noveno asalto. Pero su segunda victoria por decisión unánime fue, en general, aún más convincente. Se inclina, aprende, almacena la experiencia en sus bancos de memoria y luego adopta y adapta la estrategia en consecuencia.

Antes de luchar contra Daniel, Oleksandr había derrotado dos veces de manera contundente a Anthony Joshua por los cinturones de la AMB, la OMB y la FIB, estando muy cerca de detenerlo en el último asalto de su primera pelea, cuando la campana pareció sonar cinco segundos antes, mientras AJ se tambaleaba en las cuerdas, bajo presión.

Además de su boxeo, Oleksandr es un talentoso futbolista, un artista marcial de Jiu-Jitsu, Sambo y judo, un nadador de larga distancia consumado y, para relajarse, practica yoga. Los años no equivalen a vitaminas, pero a partir de ahora, sigue siendo un atleta de primera.

Quien gane esta revancha habrá asimilado y aprendido más del primer y absorbente encuentro, para aplicarlo con aplomo. También implica en gran medida quién ha sido el más decidido y estrictamente dedicado en su preparación rígidamente disciplinada, hasta el sonido de la campana de apertura.

Oleksandr ha declarado memorablemente: «Si quieres ser grande en lo que haces, realmente necesitas limitarte. Así que, considera mi vida como la vida de un monje».

De acuerdo con ello, y del sermón de John Donne: «No preguntes por quién doblan las campanas. ¡Doblan por ti!».